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Crisoles de la mezquita azul

LA EXPERIENCIA COMBINA PERSPECTIVAS.

LA EXPERIENCIA COMBINA PERSPECTIVAS.

            Seguimos evolucionando. Desde las primeras clases hemos hecho un recorrido difícil de sintetizar aunque voy a intentarlo.

 

Cuando mostramos nuestras habilidades y nos preguntábamos la diferencia entre habilidad y competencia, no sabíamos dónde nos estábamos metiendo. Tal y como indica Tim Ingarfield, conceptuar implica pasar la experiencia y varias veces si se quiere tener un concepto lo más exacto posible.Por ello, estamos constantemente experimentando, ajustando y construyendo patrones que nos hacen ser más críticos con protocolos o procedimientos ya publicados o validados  para poder trabajar.

 

¿Todos los protocolos son útiles?¿Qué hemos de mirar para encontrar nuestro propio protocolo?¿Cómo revisamos los materiales que ya existen?¿Para qué deben servirnos este tipo de materiales?

 

 Revisamos distintos materiales desde distintas perspectivas atendiendo a los elementos estructurales de principios, políticas y protocolos. Personalmente, me tocó trabajar un texto en el que los principios me parecieron muy abstractos, poco relacionados con las habilidades que se querían trabajar. La política muy fría. Se justificaba con los objetivos de la educación en general y el protocolo muy externo con actividades muy estáticas para fomentar la comunicación, a mi juicio Seguramente hay actividades muy aprovechables pero mi sentido crítico se agudizó al tener unos criterios claros sobre lo que estaba buscando y compararlo con lo allí encontré. Es útil esto de los patrones. También debo decir que esta fue una impresión rápida dado que no contábamos con mucho tiempo.

 

Una idea,para mi muy interesante y aprovechable (recogida  de estas sesiónes) ha sido como los adolescentes necesitan estar implicados en los principios que rigen los protocolos más que tolerar que se les dirija desde fuera..De este modo se genera más compromiso. Esta verdad de Perogrullo es algo que obviamos aún estando de acuerdo con posturas abiertas sobre la educación. He asistido a varios cursos de” como trabajar con adolescentes”  y aunque  hay una clara tendencia a dejar obrar y ponerse en el lugar de ellos, la idea de la implicación y la participación en la planificación de sus actuaciones, no se mostraba tan explícitamente ni parecía tan significativa.. Conociéndoles (como  creo que les conozco) entiendo que ésta puede ser de lo más eficaz para mantener el interés y la consecució de los proyectos que emprendamos con ellos.. A veces, no tenerles en cuenta en estos aspectos hace que surja el conflicto. Es por ello que si queremos desarrollar la competencia social lo mejor será facilitar el contexto para que ellos mismos puedan desde su singularidad encontrar aquellas habilidades que les conduzcan a una mejor adaptabilidad a los contextos. En el sentido amplio el contexto puede estar determinado por la situación externa ( contexto de clase) también por las relaciones que se establecen ( compañero-compañero; profesor- alumno) por el rol que se desempeña, etc. Es por eso, que el trabajo con adolescentes requiere marcar el contexto. De mi experiencia recojo que me ha sido muy útil hacerlo. Cuando creía que el contexto era únicamente formal ( con esa visión restringida del contexto) el saludo buenos días o el dotar de estructura de bienvenida, momento de trabajo o despedida, ha servido para que todos pudiéramos adaptarnos mejor. Yo lo repito y ellos saben a qué tienen que adaptarse ( aunque sea entre risas... al principio siempre cuesta hacer algo diferente)

 

Pero esto, no es suficiente. Otras exigencias, más allá de las cortesías, envuelven el hecho educativo y surgen momentos de conflicto, Conflictos que podemos intentar resolver con “fórmulas mágicas” o de nuevo teniendo una noción más precisa del conflicto como situación de la que tenemos que huir, protegernos, evitar o que nos pone en situación de desarrollo, de posibilidad, de conocimiento, adoptando distintas perspectivas ( subjetivando, objetivando o contextualizando) para ampliar el marco de actuación en nuestras relaciones y conocer más aspectos relacionados con ellas..

Como dice, Alejandro Iborra, en su artículo depende de la epistemología que subyace con relación  al conflicto esto va a determinar la metodología utilizada y una tecnología.

La manera de entender y comprender el fenómeno va a determinar la forma de manejarlo. ¿Cómo atienden distintas epistemologías el conflicto?¿Desde donde atendemos cuando surge?¿Cómo y porqué se genera un conflicto?¿Tenemos estrategias para afrontarlo?¿Es nocivo el conflicto?¿Qué información nos aporta el conflicto?

 Tal vez, para Pessoa, el estado de confusión e incertidumbre supone la inspiración que le lleva a crear unos versos tan hermosos. Y quizá, el contexto primaveral, es el que me ha llevado a elegir en estos últimos días, versos como metáforas de lo que iba leyendo y no podía todavía plasmar. Lo miraré desde esa perspectiva, no tanto para justificarme como para dar continuidad a mi blog.

Sobre estas cuestiones me gustaría seguir profundizando en los siguientes comentarios.

 

Saludos

Paloma

2 comentarios

Alejandro -

Hola Paloma

Excelentes comentarios los que estás escribiendo últimamente. Las dos ideas resaltadas por Gloria, son fundamentales. Comprenderlas en toda su complejidad, y poder hacer uso de ellas, podría justificar participar en esta asignatura de HHSS.

Gloria está más sensibilizada con la asignatura de Infancia y Adolescencia, es bastante más reciente para ella, y se nota por sus conexiones.

Y está bien resaltarlas, dado que creo que en la última sesión, quedó claro el enfoque no sólo experiencial, sino también "desarrollativo" que estamos tratando de dar al tema de las HHSS. Para mi el contexto del trabajo de las HHSS es el evolutivo, en términos de fomentar el desarrollo. Creo que eso quedaría claro después de la sesión (y lástima que no pudiera incluir un paso más en la secuencia). Y más claro si leisteis los textos que dejé.

Muy bien, y lo de las metáforas, genial. Entre otras cosas para eso sirven, explicar algo en términos de otra cosa. En sí, son un ejemplo de pensamiento abductivo.

Alejandro

Gloria -

Paloma,

Qué tal todo??

Reconozco que, leyendo tu texto, al principio me sentí algo perdida entre los “protocolos” y la diferenciación entre “habilidad” y “competencia”... Supongo que por estar fuera del contexto (benditos contextos... ;)
Sin embargo, me quedo con DOS IDEAS que señalabas y que me parecen interesantísimas y llenas de verdad (quizá la primera una “verdad de Perogrullo”, como bien decías):

- La IMPLICACIÓN y la PARTICIPACIÓN del adolescente en los procesos que sigue produce un MAYOR COMPROMISO. (“Facilitar el contexto para que ellos mismos puedan, desde su singularidad, encontrar aquellas habilidades que les conduzcan a una mejor adaptabilidad a los contextos”).
Si es que esto... se puede aplicar a los adolescentes y... ¡a cualquiera! (aunque quizá en ellos esto cobre especial importancia debido a la etapa en que se encuentran: una búsqueda de identidad en la que el establecimiento de compromisos es esencial para ir avanzando).
¿Cuándo nos comprometemos con algo? Cuando nos sentimos realmente implicados en ello, cuando somos participantes activos, cuando algo nos “ata” de alguna manera recibiendo una retroalimentación que nos sirve de “enganche” y confirma la buena marcha de nuestro compromiso.
Así que... tomando la perspectiva del educador... esta idea me parece clave para el trato con niños y adolescentes. Pero... creo que en la familia también tendría que tenerse muy en cuenta.

- Considerar el CONFLICTO como una SITUACIÓN DE DESARROLLO, DE POSIBILIDAD, DE CONOCIMIENTO, adoptando distintas perspectivas para ampliar el marco de actuación en nuestras relaciones.
¡Me parece perfecto! ¿por qué aparentemente odiamos los conflictos? ¿por qué intentamos desprendernos de ellos, bien huyendo, bien dándonos la vuelta o bien quitándoles importancia?
Plantearlos como una “situación de desarrollo” me parece una perspectiva por un lado valiente y, por otro, llena de riqueza. Quizá los conflictos podrán convertirse en puntos de inflexión que marquen un “antes” y un “después”, que redirijan nuestra historia. ¿Sabes a que me recordaba esto? A los “turning-point” o “momentos decisivos” que ambas hemos visto en “Psicología de la Infancia y la Adolescencia”. Un buen afrontamiento de los conflictos (y temo que un mal afrontamiento también) nos conducirá a un futuro diferente, así que... ¿por qué no sacarle el mayor partido? Para crecer, para conocer, para avanzar...

Un fuerte abrazo!!