Más allá del XIX...
Casualmente, en este momento del curso, la mirada vuelve hacia el siglo XIX. Unos días miro que tal estaba el Sistema educativo en España en esos momentos y otros, como hoy, vuelvo la vista para conocer el origen de las ideas que contribuyeron a la fundamentación teórica que hizo posible la formación del movimiento de las DA. En este caso, la mirada rápidamente enlaza con la segunda mitad del siglo XX, cuando las DA se establecieron como área específica de estudio a través de las investigaciones centradas en las alteraciones del funcionamiento cerebral de los adultos y sus repercusiones sobre el lenguaje y el comportamiento. Se asientan las bases de la identidad propia de las DA con aportaciones relevantes en el área del lenguaje oral, lenguaje escrito o en dominio de dificultades perceptivo motoras.
En el área del lenguaje oral, GALL señaló las relaciones entre lesión cerebral y los trastornos del lenguaje. Evidenció que las facultades mentales tienen unas bases neurofisiológicas que podían ser localizadas. De este modo confirmó la presencia de deficits intrínsecos descartando previamente afecciones como retraso mental y sordera. BROCA postula que los trastornos en el lenguaje expresivo eran debidos a lesiones en la tercera circunvolución frontal izquierda del cerebro(afasia motriz) y WERNICKE(afasia receptiva) señala un lóbulo en el área implicada directamente en la comprensión verbal y en la percepción y asociación de los sentidos. En el lenguaje escrito HINSHELWOOD Y ORTON, aportan estudios sobre la memoria visual, la ceguera de las palabras y las dislexias.
Es Samuel Kirk quien acuña el término, dificultades del aprendizaje, para designar un amplio espectro de handicaps integrando el daño cerebral, la disfunción cerebral mínima, la conducta hipercinética y trastornos perceptivos. Actualmente la definición más aceptada es la de NJCLD.
Aunque las investigaciones se llevarán a cabo fuera del marco educativo, los avances revierten en una mejora del acercamiento de los aprendizajes.Considerar estas circunstancias en un sentido amplio favorece las posibilidades de intervenir psicopedagógicamente a través de un diagnóstico que acerque a las posibilidades reales de intervención. Para hacerlo desde un aspecto más restringido, detallando, nos sitúa en el reto de saber delimitar si las DA en sus manifestaciones se deben a causas intrínsecas y coexisten con causas extrínsecas aplicando criterios de exclusión, de especificidad ( más relacionados con la cultura) o de discrepancia. Este último es el más operativo.
Los modelos de diagnóstico pueden contemplarse desde una evaluación estática (modelo psicométrico) atendiendo a la evaluación del producto ( en mi caso a la resolución de los paragüas en el WISC) ó a una evaluación dinámica ( modelo cognitivo y ambientalista) centrada en el proceso, evaluando estrategias y los procesos que intervienen para explorar que obstáculos específicos que impiden el aprendizaje efectivo moldeado en el contexto social como refleja la teoría de Vigotsky.
Perfilar la dificultad implica tener en cuenta los dos tipos de evaluaciones y seguir una serie de pasos que requieren un adecuado entrenamiento de los evaluadores para recoger la información relevante y establecer hipótesis que validar o falsar hasta llegar a una conclusión. Son necesarias varias pruebas que contemplen los mismos aspectos de forma diferente o aspectos variados para llegar a un diagnóstico fiable y como vimos en clase pasar la misma prueba atendiendo a otros procesos en función de las hipótesis generadas.
En fin, gracias al siglo XIX por sentar las bases de un estudio que en siglo XX ha aportado luz a muchas personas, que hasta entonces eran etiquetadas y condenadas a no tener posibilidades de desarrollarse o a ser apartadas de los cauces normales de escolarización por ser tenidos por “tontos”. Este es un tema, bajo mi punto de vista, que se ha dado durante mucho tiempo cuando la consideración de la inteligencia se ha visto limitada a una reproducción memoristica o a la adquisición de las habilidades que sólo la escuela ha fomentado sin tener en cuenta el aspecto pragmático de la enseñanza, con una vision convencional de las aptitudes más acorde con el siglo XIX.o comienzos del XX.
Pero ese es otro tema, del que escribiré en otro momento.
Bibliografía: Cap.1-2 “Evaluación e interpretación Psicoeducativa en DA” Ana Miranda et cols (2002)
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