Afiliación en el Practicum II
Durante tres semanas me he sumergido en el proceso de recorrer un instituto con la mirada de la Psicopedagoga que espero llegar a ser.
Dos ideas marcaban mi punto de partida:
1. Las teorías y reflexiones que han guiado mi proceso de formación.
2. La experiencia con el Departamento de orientación que he tenido durante mi vida laboral en el ies donde trabajo.
Creo que he transcendido ambas. He tenido el gran privilegio de asistir a un trabajo colaborativo en Orientación donde lo que predomina es el sentimiento de equipo y la primacia de hacer participe a toda la Comunidad. Cuando las cosas funcionan, a mi parecer, cuesta separar si es por el ahinco de quienes lo llevan a cabo, los factores que están confluyendo o el propio contexto que se presta a ello.
Me esperan unas días de reflexión para elaborar mi memoría con cierta objetividad. Subjetivamente, también hubiera hecho un voluntariado sólo por pertenecer a este grupo de personas que con su actitud y entrega ha facilitado el que me colocase como orientadora en el máximo número posible de circunstancias retroalimentándome en cada actuación y pidiendo mi opinión y reflexión sobre la suya.
No puedo sentir más que gratitud y deseo de ser justa ante las personas que me muestran que es posible "crecer en la entrega" ;).
Necesitaba compartir esta experiencia de fe.
¡Va por ustedes!
Paloma
3 comentarios
Carmenchu -
Esto hablaba hoy con Patricia, en el despacho...la motivación filial.En época de crisis como la nuestra actual...Abre más puertas de trabajo que cualquier otra...la información en las empresas va de boca en boca..fruto de una sociedad altamente competitiva, la cara positiva de este baluarte.
No sé ,si como mujeres sobrevaloramos a este tipo de motivación, lo dudo mucho, quizás sea más el nivel evolutivo de la femina, claro esto es polémico y controvertido..., Para el otro sexo.
Habrá que fusionarlas todas,más priorizar esta es básica para el equilibrio emocional social.
Un motivado beso
Gloria -
Gloria -
Hace unas horas he salido, "por última vez" como alumna en prácticas, del centro de educación especial donde he pasado un periodo "obligatorio" dentro de nuestra carrera pero, que como tú bien dices, de buen gusto habría hecho a modo de "voluntariado".
Me he despedido (por ahora) con varios besos en cada mejilla, una sincera sonrisa y un brillo de complicidad en los ojos de la que ha sido mi guía en este proceso que ha supuesto, con abismal diferencia, más aprendizaje que el de muchísimas de las horas que he pasado en el aula: aprendizaje sobre una posible labor como orientadora pero también aprendizaje sobre las relaciones humanas.
Como tú, cuando me alejaba con el coche, camino a casa, no podía sentir más que una enorme gratitud.
Un abrazo fuerte.