Lo que el viento se llevó.
"Yo no le pido que me perdone, yo mismo no me comprendo ni me perdonará nunca, y si una bala me alcanza, Dios no lo quiera, me reiré de mi propia estupidez. Sólo sé y comprendo una cosa, y es que te quiero Scarlett, pese a ti y a mí y a ese mundo que se desmorona a nuestro alrededor, te quiero. Porque somos iguales, dos malas personas, egoístas y astutos, pero sabemos enfrentarnos con las cosas y llamarlas por sus nombres".
Cuando tenía dieciocho años mi madre me animó a leer este libro sin haber visto todavía la película del mismo título. Eran dos tomos bastantes grandes y tuve mis dudas aunque me metí a ello aprovechando los momentos del desplazamiento, por aquel entonces en transporte público, y conseguí realizar esa lectura.
Me acuerdo de esto porque a medida que iba conociendo a la protagonista me iba creando una imagen de ella que no coincidía en absoluto con la de las personas que habían visto el largometraje.
Para mi, Escarlata, desde mis dieciocho años era la única mujer de ese entramado que tenía algo de agallas para afrontar la realidad en la que estaban inmersos todos los personajes.Sólo ella utilizaba todos los recursos a su alcance, a veces sin escrúpulos, por mantener y defender lo que era suyo, lo que amaba y consideraba parte de sí misma contra la actitud pasiva de sus hermanas que, bajo mi punto de vista, sólo querían acomodarse a la buena usanza utilizando el victimismo y beneficiándose de la lucha de los demás. Es cierto que se mostraban menos caprichosas pero a su vez, me parecian personajes insulsos con los que hubieran podido rellenarse pocas páginas en la historia de la familia O’hara.
No sé por qué vuelvo a recordar esta mirada hacia la Escarlata altiva, víctima por otro lado de si misma y de su fantasía, que le impide apreciar su realidad. No sé...me lo pregunto. Tal vez, porque he apreciado durante estos días cosas que el viento se llevó y que me hicieron crecer o tal vez porque espero que el viento se lleve otras de las que poco puedo aprender. Para tener razón... sólo tengo que contarme las cosas de manera que me justifiquen y si no..."mañana será otro día"
Un saludo
2 comentarios
Paloma -
Me alegra que coincidamos con la apreciación de Escarlata, esa gran incomprendida.
Menuda era...si hubiese compartido viaje con nosotras, haría lo mismo de su capa un sayo que de unas cortinas un vestido( como muestra la foto) ¡Oh la gran dama de la alta costura! (cuando ésta ni existía)Seguro que "la lía parda" y nos echamos unas risas... que falta nos hace cuando se han removido tantos temas importantes encallados en los propios cimientos, haciendo peligrar los encalados del alma. En fin, la tristeza sumada al cansancio multiplicada por el final de trimestre y la decisión que supone el cumpleaños de cuatro de mis hijos en Diciembre, creo que puede afectar a mi manera de mirar el mundo en estos días.
En fin, agradezco tu visita y recojo tu consejo. Creo que hay que hacer sitio en el armario que vienen las rebajas y está "una" aqui aguantando para disfrutar de ese momento. Cierto es, que si no coincidimos en un encuentro siempre podemos quedar de debemiana a debemiana o de Telma a Louise o de lo que quieras...a ver si me das más argumentos para mejorar mi guardarropa.
Un beso muy fuerte
Paloma
carmen2c -
Noto unos efluvios de la estancia en Alicante muy interesantes pero algo de tristeza también. Vamos Telma, piensa que si no hubiera cosas que tirar tampoco habría cosas que guardar ¿no?
A ver si este estrés de vida que llevo me deja ir a "vuestro encuentro" después de Navidades, que según estoy leyendo en los correos es cuando se va a "producir"
Un besazo
PD: no te felicito las fiestas porque espero seguir leyendo blogs atrasados y ya tendré ocasión