Acerca de un sentimiento.
(...) Eros es hijo de Afrodita y Adonis en la mitología griega, un amor prohibido. Hijo de Venus la diosa del amor la belleza y la fertilidad y Marte el Dios de la guerra en la mitología romana, en la que era también llamado Cupido, el Dios del Deseo y el amor, por ser hijo de Venus. Venus se preocupaba porque su hijo no maduraba y no crecia, así que consultó con el Oráculo de Temis, quien le dijo: “El amor no puede crecer sin pasión”. Venus no entendió hasta que nació su hijo Anteros, que es el dios de la correspondencia y la pasión o amor que corresponde al primero y “no siempre están unidos”. Por eso se representa a Cupido como un niño con alas, para indicar que “el amor pasa pronto”,y con los ojos vendados para probar que el amor “no ve el mérito o demérito de la persona a quien se dirige”, ni sus defectos, mientras se fija en ella. Cuando Anteros y Cupido andaban unidos, este se transformaba en un joven hermoso, pero cuando se separaban volvía a ser un niño con los ojos vendados un amor “travieso y ciego” como era representado. En la tierra de los mortales, vivía la princesa Psique –Alma- , que a pesar de ser tan bella no lograba encontrar marido pues los hombres la idolatraban. Su padre a través del Oráculo de Delfos, intentó conseguirle compañero, el les dijo que ella no estaba destinada a ningún amante mortal, “porque el amor del alma siempre es inmortal”, sino a un monstruo que vivía en la cima de cierta montaña y les vaticinó que encontraría el amor en un ser alado, terrible y poderoso, que llegaría hasta ella, haciéndola su esposa. En un precipicio. Venus o Afrodita, estaba celosa de la belleza de Psique y pidió a Eros que usara sus flechas doradas para hacer que Psique se enamorase del hombre más feo del mundo, Eros accedió. Mientras eso pasaba Psique fue a la cima de la montaña y encargó a Céfiro el Dios del viento del Oeste que la robase. Allí Céfiro, la bajó flotando suavemente hasta una cueva de la montaña, y apareció Eros quien terminó enamorándose él mismo de Psique. Al entrar Psique a la cueva se sorprendió de hallarla llena de joyas y adornos. Fue ahí donde Eros le visitaba cada noche en la cueva y hacían el amor a oscuras. Solo le pidió que no encendiese jamás ninguna lámpara porque no quería que Psique supiera quién era porque sus alas le hacían inconfundible. Eros la hizo su esposa y la llevó a un castillo aislado un hermoso palacio encantado también lleno de perlas y joyas, con la condición de que como simple mortal, no debía mirarlo. Aquí venía Eros a verla, pero siempre de noche y a oscuras para que no lo conociese. La princesa se sentía muy segura, cuando él la visitaba por las noches, aunque no viese su rostro pues sentía que era el esposo anhelado. Sus dos hermanas mayores, celosas de ella, la convencieron para encender una lámpara de noche mientras él dormía y Psique así lo hizo, reconociéndole al instante. Una gota de aceite caliente cayó de la lámpara al pecho de Eros y éste se despertó, quien con tristeza se marchó diciéndole: “El amor no puede vivir sin confianza”. Expulsada del castillo, la princesa arrepentida recorrió el mundo en busca de su amante, superando una serie de obstáculos y pruebas, las cuales supero, Afrodita “la suegra enfurecida” afirmó que el estrés de cuidar a su hijo, deprimido y enfermo como resultado de la infidelidad de Psique, había provocado que perdiese parte de su belleza. Psique tenía que ir y pedir a Perséfone, la reina del inframundo, un poco de su belleza que Psique guardaría en una caja negra que Afrodita le dio. Psique fue a una torre, decidiendo que el camino más corto al inframundo sería la muerte. Una voz la detuvo en el último momento y le mostro otros caminos. Su curiosidad la traicionó y cayó en un profundo sueño que parecía la muerte. Cupido le retiró el sueño mortal de su cuerpo poniéndolo de nuevo en la caja y la perdonó. Afrodita celosa del amor que inspiraba a su hijo, la entregó e hizo prisionera de dos deidades crueles, que eran la soledad y la tristeza. Nuevamente Cupido logró que Júpiter la trajese al Olimpo, finalmente los dioses conmovidos por el amor de Psique hacia Cupido le convirtieron en diosa para su amado, bebió el néctar de la inmortalidad, celebrándose sus alegres bodas, en las que bailó la misma Venus, ya desenojada. Finalmente “El Amor” y “El Alma” se unieron tras duras pruebas y nacieron de esa unión la tres gracias Voluptas la Gracia de la Voluptuosidad, Castitas la Gracia de la Castidad y Pulchrito la Gracia de la Pulcritud. Esta ultima gracia, un balance entre las dos primeras. (Wikipedia)
En formato pagano, cristiano, comercial o espiritual el recuerdo aviva la importancia de un sentimiento universal y propiamente humano que aparece en la vida de las personas como mínimo alguna vez en la vida.
Conectado con las emociones puede vivirse desbordando otros componentes( por llamarlo de algún modo) de las personas, incluso alterando la personalidad, puesto que un sentimiento que conduce a creer que todos somos mejor de lo que somos, aunque sea de una forma idealista.
Mirados con amor desprendemos. desde los ojos del otro, luces más que sombras y encontramos en los nuestros, caminos más que muros. A u vez, contagiados de ceguera, lo que rodea a nuestro amado parecen verdades absolutas cerradas a nuestro sentir, lejos de la razón que poco puede hacer al respecto.
Los estudios hechos sobre el amor hablan de distintos tipos según el momento evolutivo, distintas calidades de acuerdo con las experiencias tenidas al respecto, distintos momentos del proceso como sentimiento dinámico. Analizan y describen situaciones sobre las que podemos contrastar en mayor o menos medida.
Personalmente,me parece un sentimiento que crece con la persona y una necesidad vital; sentir amor hacia algo externo parece que nos diferencia de otras especies y nos hace más humanos.
En fin,tema explorado, por tanto, y a su vez, tema por explorar en el que los modelos conocidos nunca encajan del todo con el propio. Tal vez, desde nuestra experiencia todos tendriamos algo que aportar y sin necesidad de haber consultado toda la bilbliografía al uso, podriamos añadir y nos pueden añadir.
¿Cómo vivimos el amor dice algo de nosotros mismos?¿Somos conscientes de vivir el amor de maneras diferentes?¿Qué aporta el amor a nuestras vidas?¿Seríamos capaces de vivir aunque sea intermitente sin él?¿Tiene algo que ver el amor a uno mismo como entrenamiento para poder mostrar o acercar al amor hacia otros?
Uff...me encanta el tema y es uno de estos temas sobre los que la información no deja de brotar pudiéndose hacer compartativas interminables creo que sin llegar a conclusiones demasiado cerradas. Si os animaís a aportar, sabed que soís muy bienvenidos.
FELIZ DIA.